Por: Daniela Armijos Palacio

 

Al vivir en el año 2022, ser parte de una sociedad pos-pandemia y tener la tecnología al alcance de nuestras manos; nos ha generado una masiva divulgación de temas relacionados con el amor propio para garantizar un bienestar real a lo largo de nuestras vidas. Todo esto, con un objetivo bastante contradictorio de “humanizar” a una humanidad que está perdiendo el rumbo del autoconocimiento y la experimentación. Ahora, las rutinas de la sociedad han cambiado notablemente y los intereses personales, en su gran mayoría y sin ánimo de generalizar, se sujetan al crecimiento académico profesional y/o económico netamente; y se deja de lado el crecimiento personal. De esa manera, se está viviendo como colonialmente se dice “en modo automático”.

La verdad es que amarse a uno mismo no significa netamente sentirse bien con nuestro físico, realizar ejercicio todas las mañanas, o hacerte afirmaciones diarias sin un propósito real de por medio. En realidad, el camino al amor propio es algo más profundo que va ligado a diversos aspectos de la vida del ser humano, tanto internos, como externos. Es todo un proceso en constante construcción, ligado con la aceptación, autoestima y de la inteligencia emocional que posee una persona.

Cuando el amor propio es genuino todo cobra sentido para los seres humanos, ya que entiende que para llegar a ese amor individual tiene que ser de forma honesta y consciente. La clave está en enfocarse en la aceptación de quienes somos, aceptar nuestras virtudes y defectos por igual. Es imposible decir que nos vamos a amar por completo, pues sería vivir en una utopía intentar amar a las cosas que no nos gustan de nosotros. Somos seres humanos y no somos perfectos. Por eso, reitero la importancia de la auto aceptación. Es muy normal que no amemos todo de nosotros, ya sea de la parte física o de nuestra personalidad. De esta forma, debemos comenzar a identificar aquello que no nos gusta y aceptar que justamente con esos defectos o imperfecciones, son lo cual nos permiten ser cada uno de nosotros como individuos. Tomar esos sentimientos negativos y transformarlos en sentimientos de gratitud para comenzar a construir un amor hacia nosotros desde la honestidad.

Así pues, la autoestima es otro factor clave ya que corresponde a la validez que nos otorgamos para tomar cualquier decisión en nuestras vidas. Es lo que nos impulsa a conocernos más, saber cuáles son nuestras pasiones e intolerancias para solo de esta forma conectar con la dignidad; y así ser empáticos con nosotros mismos. La empatía nos otorga una visión objetiva del mundo que nos rodea y permite irradiar esa seguridad tan buscada que solo se la logra cuando aceptamos quienes somos y nos enfocamos en auto conocernos verdaderamente. Una persona con una buena autoestima es aquella que es coherente con lo que siente y lo que hace. En definitiva, muestra un balance emocional desde dentro hacia fuera.

 

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Está bien decir que no a veces, cambiar de decisión en un lapso corto de tiempo, querer estar solo y rechazar una propuesta para enfocarte en crecer a nivel personal para compartir un momento contigo de descanso alejado de la rutina. En esos momentos lograrás identificar una serie de cuestiones internas que merecen ser escuchadas y aceptadas por ti solamente. Solo de esta forma comenzaras a disfrutar de tu compañía y te darás cuenta de que no estás en este mundo para complacer a todos, ni para rendir cuentas a nadie. Estas aquí para vivir siendo tú, ese es tu rol; y debes potenciar quién eres para realmente sentirte vivo.

De hecho, el proceso del amor propio debe ser algo de por vida para las personas y no necesariamente cuando se termina una relación sentimental o después de experimentar algún problema. Pues, el amor propio es el balance de tu propia vida, no es un paracaídas solo en momentos de crisis como se suele pensar comúnmente.

Todo esto acompañado de las herramientas que actualmente se han vuelto populares, y son muy importantes como el journaling, el ejercicio diario, la dieta sana, etc; ya que estas son las acciones complementarias que pueden ayudar a llegar al amor propio. No obstante, son simplemente eso, un complemento que va de la mano de tu consciencia y predisposición para aportar en tu proceso de amor propio.

Recuerda que el amor propio no solo representa a la relación que tienes contigo mismo, sino que es un reflejo de las cosas que estas viviendo y asimilando de forma interna. Por ende, es muy importante tener presente que es un desarrollo constante y diario que mejora con las experiencias y el paso de la vida. Solo debes estar dispuesto a conocerte, aceptarte, tener empatía contigo mismo y mirarte de vez en cuando desde otros ojos para lograr sentir y conocer realmente quién eres y lo que te mereces. Únicamente así, lograrás esta comodidad con tu persona con una autoestima alta y un amor propio genuino.

No renuncies a tu vida, sé el protagonista de tu historia y no intentes ser un extra en la vida de los demás.

 

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